El Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio hagiográfico del cristianismo: la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
Conmemoración, bromas e inocentadas
En Hispanoamérica y en España es costumbre realizar en esta fecha bromas de toda índole. Los medios de comunicación hacen bromas o tergiversan su contenido de tal modo que la información parezca real. Se trata de una libertad que se dan los agentes mediáticos para dar rienda suelta a su sentido del humor, oportunidad que solamente tienen una vez al año. Es tradición que los periódicos publiquen páginas enteras de noticias cómicas, con la advertencia de que es día de los inocentes, que van desde las que son una obvia mofa a cualquier suceso reciente, hasta las que parecen serias y engañan al lector desprevenido. El día de los inocentes es contado desde las 12 de la noche del día 28 hasta las 12 de la tarde y esta tradición se vive en todo el mundo hispanohablante. La costumbre manda a hacer bromas y por eso los medios de comunicación dan noticias falsas o tergiversan su contenido, colocando al final el consabido "que la inocencia le valga". La tradición aconseja a no dar la espalda, para evitar que le peguen un cartelito que diga "pegue aquí" o "soy un tonto" y a no prestar nada ese día, porque jamás será devuelto: "Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar", será la respuesta.
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